Ávila
Jiménez-Pajarero ha creado grandes lazos de amistad en toda España. Prueba de ello son los poemas que Emilio Pérez, en Arenas de San Pedro, le escribe:
Poema 1: “Atardecer de canela”
Forma parte del libro “Floración” (2005)
¡Atardecer de canela!
Apareció con su nido siguiendo la luna llena. Sembró la sierra de versos y pinceladas sedientas de luz con trazos traviesos en brotes de primavera. Emigrante con la brisa, donde el corazón le lleva, buscando siempre sonrisas y rincones de belleza, donde posar su pupila y su alma de poeta. En sus sombras hay paisajes que reflejan emociones y sentires y cantares, rincones de sus amores; bellas notas musicales, sinfonía de los colores. Cómo se mece mi alma estas tardes veraniegas en tertulias animadas con este amigo poeta nacido en lunas lejanas ¡Atardecer de canela! ![]() |
Poema 2: “La Cosecha” (2007)
Que me decía:
de vez en vez soy más feliz con menos cosas Ayer ansiaba tener y acumular muchas cosas, hoy, las fuentes del saber y el aroma de las rosas son mi gozo y mi placer. Ayer pensé conquistar mil reinos de fantasía, hoy prefiero pasear y empapar este alma mía en el verde del pinar. Ayer mujeres de ensueño buscaba lleno de amor, en mi corazón rondeño hoy sólo vive una flor. ¡Se me han dormido los sueños! Quiero, lector penitente, que estos ripios de través no hagan nidos en tu mente, colócalos del revés que aún tu sol está caliente. ![]() |
Adiós a Pajarero (julio 2008)
Has volado hasta las cumbres del Parnaso
para entonar líricos cantos a tus musas, tu corazón, vuelo de alondra, ha despertado en un mundo hecho de gozos, sin penumbra. Yo compartí contigo atardeceres y gocé con las mañanas tu alegría, tu vida fue de entrega a tus mujeres: Dunia tu alma, Eva tu cumbre, lumbre tu Syra. Te recuerdo, mi admirado Pajarero cómo en los lienzos reflejabas tu mirar tu pupila se hizo arte en los senderos y en los embates de las olas de la mar. Tu fiel amigo Blanc te ha precedido, para mostrarte la vereda que has de andar, de tu vida las lecciones aprendimos hoy quiero vivenciar tu gran bondad. No un adiós amigo, un hasta luego. La aventura en este aquí, se ha de acabar, en los mundos etéreos y en sus cielos bellos óleos y acuarelas plasmarás. ![]() A mi gran amigo Emilio Pérez “El Ventero” |